sábado, 13 de septiembre de 2014

TE AMENAZAN CON EL MAZO, AMIGO CHAVISTA…


“Que cosa fuera, corazón, que cosa fuera,
que cosa fuera la maza sin cantera”
Silvio Rodríguez


José Luis Hernández es chavista; Ángel Sarmiento es adeco. José Luis Hernández es obrero metalúrgico; Ángel Sarmiento es médico cirujano; José Luis Hernández es presidente del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Siderúrgica y Similares, SUTISS; Ángel Sarmiento es presidente del Colegio de Médicos de Aragua; José Luis Hernández vive, trabaja y lucha en el sur de Venezuela, en Ciudad Guayana; Ángel Sarmiento lo hace en el centro del país, en Maracay ¿Qué tienen en común estos dos venezolanos, con posiciones políticas tan distintas, que actúan en espacios laborales y geográficos tan distintos y distantes? Pues que ambos son líderes sociales, comprometidos con su gremio y su país, y que precisamente por ello han sido amenazados y agredidos desde el poder.


“Que cosa fuera, corazón, que cosa fuera
que cosa fuera la maza sin cantera
un testaferro del traidor de los aplausos…”

En efecto, en declaraciones dadas en exclusiva para El Radar de los Barrios desde el Encuentro Nacional del Movimiento de Sindicatos de Base, MOSBASE, realizado en Caracas el pasado viernes 12 de septiembre en los espacios de la Universidad Católica Andrés Bello, el dirigente obrero José Luis Hernández denunció que viene siendo objeto de una feroz persecución y acoso por parte de organismos del Estado: “Mi familia fue cercada y acosada por presuntos funcionarios del SEBIN y el DIM desde el viernes 5 de septiembre hasta el lunes 8, y grupos de trabajadores tuvieron que movilizarse hasta la vivienda para rescatar a mi familia de esa situación de hostigamiento”, denunció, para luego agregar que él mismo fue objeto de una persecución automovilística y tuvo que salir de la carretera y “agarrar monte”, huyendo a campo traviesa para poder escapar de los desconocidos que pretendían capturarlo, que él presume podrían ser también agentes de un cuerpo de seguridad del Estado. 

El “pecado” de Hernández es conocido: Primero, exigir la discusión del contrato colectivo de SIDOR, que tiene cuatro años de atraso, y luego negarse a aprobar un proyecto de contratación colectiva impuesto por el patrono-gobierno, a espaldas de los trabajadores. En particular, Hernández exigió al presidente de la Asamblea Nacional y conductor de un programa denominado “Con el Mazo Dando” cesar las ofensas e intentos de amedrentar a la clase trabajadora, y advirtió que los trabajadores “seguirán luchando contra la corrupción y contra los burócratas que hoy pretenden que sea el pueblo quien pague los costos de la crisis…”


“Que cosa fuera, corazón, que cosa fuera
que cosa fuera la maza sin cantera
un servidor de pasado en copa nueva…”

Minutos después que Evelyn Martínez entrevistara en la UCAB a José Luis Hernández, logramos establecer desde El Radar de los Barrios una conexión telefónica con el Dr. Ángel Sarmiento. En relación a la situación presentada en el Hospital Central de Maracay, en el que -de acuerdo a los galenos del mismo, que hicieron pública la situación a través de sus representantes gremiales- se habrían registrado ya ocho muertes por una misteriosa enfermedad denominada provisionalmente “Síndrome febril hemorrágico agudo”, el presidente del Colegio Médico de Aragua hizo un llamado a la población “a la calma, a hacer caso omiso a informaciones tendenciosas”, al mismo tiempo que exigió a las autoridades sanitarias nacionales y al gobierno “informar con claridad cuál es la causa real de estos fallecimientos, a partir de los resultados de los exámenes que se hagan a las muestras enviadas al Instituto Nacional de Higiene, pues sólo con esa información se podrán tomar las medidas necesarias para proteger a la población y a mismo personal médico y paramédico”.

Consultado sobre las reacciones que frente al llamado hecho por el Colegio Médico tuvo el poder político a través del funcionario presidente de la Asamblea Nacional y conductor de un programa denominado “Con el Mazo Dando”, el Dr. Sarmiento afirmó que “es triste que la máxima autoridad legislativa de un país se dedique a vilipendiar, atacar y amedrentar… tendré que acudir a las instancias legales a pedir protección… pues se me somete al escarnio público… convirtiendo en peligrosa mi legítima actividad gremial y mi ejercicio profesional”.


“Que cosa fuera, corazón, que cosa fuera
que cosa fuera la maza sin cantera
un eternizador de dioses del ocaso…”

Los “dioses del ocaso” en la canción de Silvio son los dioses del atraso, y lo que viene “dado” por esos supuestos “dioses” (en realidad, ídolos de quincallería ideológica, íconos de una estrafalaria idolatría que ahora no sólo copia consignas sino que incluso plagia oraciones) es la violencia como sustituto del diálogo democrático, el “bullying” como sustituto del liderazgo legítimo, el matonismo como sustituto de la condición dirigente. “La maza sin cantera” es inútil, pues la función de la maza -el mazo, el martillo- es extraer la piedra, lo útil de la cantera, para con ello construir, levantar, edificar. Sin cantera, la maza es patética herramienta en el aire, inservible para cualquier cosa de provecho, útil sólo como cavernícola amenaza el prójimo.

Hoy Cuba es, como admite el propio Silvio Rodríguez (revisen aquí su blog personal: http://segundacita.blogspot.com/2014/08/abdala-de-nuevo-sin-corriente.html ) un infierno de incapacidad, burocracia, sectarismo ideológico y deterioro. A un infierno así quieren arrastrar a Venezuela. Y a quien se atreva aquí a levantar la voz en defensa de sus derechos le sale un burócrata a amenazarlo con un mazo con el que suele golpear tres veces: un golpe mediático, con el que expone a los ciudadanos en lucha, sean chavistas u opositores, al escarnio público; un golpe físico, pues señala a esos ciudadanos en lucha como “enemigo interno”, blanco fácil de agresiones de sus violentos, asalariados o “espontáneos”; y un golpe judicial pues, al incurrir en el vicio antidemocrático de judicializar la actividad política y la lucha social, convierte en carne de presidio a los activistas opositores y a los líderes sindicales, comunitarios, ambientalistas, etc..


Pero a nadie se le escapa que el sujeto que amenaza con el mazo lo agita tanto precisamente porque tiene miedo. Porque sabe que ya no puede seguir arropándose con la imagen del líder difunto. Porque sabe que el pueblo que le seguía es justamente el que está más molesto, más dolido, más defraudado. Porque sabe, en fin, que un “dirigente” sin pueblo, como un cantante sin público, es tan inútil como una maza sin cantera.

“Que cosa fuera, corazón, que fuera…” ¡Pa’fuera es que van! Y la nueva mayoría, opositores de siempre y chavistas descontentos, simbolizados en las figuras de Ángel Sarmiento y José Luis Hernández multiplicados por millones, seguiremos avanzando, seguiremos encontrándonos, para juntos vencer a nuestro adversario común! 

 ¡Palante!


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